¿Puede contribuir el plástico al desarrollo sostenible?
¿Puede ahorrar recursos y energía?
Mientras una buena parte de la opinión pública sigue refiriéndose a él como el causante de muchos de los problemas ambientales de nuestro planeta Tierra, otros elevan el plástico a la categoría de material verde, y afirman que lo verdaderamente contaminante es el uso —o mejor, el mal uso— que hacemos de él. Pero lo cierto es que la progresión del plástico en los últimos años ha sido espectacular y, hoy por hoy, es un material insustituible en infinidad de aplicaciones. Aimplas y Cicloplast tratarán de arrojar luz al respecto en la jornada debate Sostenibilidad, Reciclado y Valorización de los Plásticos, que se celebrará en Valencia el 20 de noviembre.
Javier García
Muchos se plantean hasta qué punto es compatible el plástico con nuestro entorno, con el medio ambiente. Teresa Martínez, directora general de Cicloplast, sociedad sin ánimo de lucro que fomenta el reciclado de los plásticos al final de su vida útil, no tiene dudas. “El plástico, no sólo es compatible con la sostenibilidad, sino que contribuye muy positivamente a mejorar los tres pilares que la sustentan: economía, medio ambiente y sociedad”.
Según explica, el sector de los plásticos representa el 2% del PIB en España, e integra a más de 4.000 empresas en nuestro país, que dan trabajo a más de 95.000 personas. “En Andalucía y Murcia se cultiva con apoyo de los plásticos, logrando que España sea uno de los principales proveedores de frutas y hortalizas de alta calidad en Europa”. Y es que el alto nivel de desarrollo económico de un país va siempre asociado a las innovaciones proporcionadas por los materiales plásticos en aplicaciones tales como el transporte y las comunicaciones.
La directora de Cicloplast sostiene que con el uso de los plásticos se ahorra energía y se reducen las emisiones. “Sólo tenemos que pensar en los materiales aislantes de un edificio, las piezas de altas prestaciones de uso en automóvil o los envases inteligentes que protegen nuestros alimentos”. Y pone como ejemplo un automóvil. “Contiene de media un 15-20% de plásticos y gracias a ellos se ahorran 12 millones de toneladas al año de petróleo y se reducen en 30 millones de toneladas las emisiones de CO2”.
Otro ejemplo: la energía necesaria para fabricar un aislamiento de espuma de plástico se recupera en los primeros cuatro meses de utilización. Además, según Martínez, durante la vida media del aislamiento se reducen en 290 millones de toneladas las emisiones de CO2.
Por otro lado los plásticos contribuyen al bienestar y progreso social en ámbitos como la sanidad donde la implantación de válvulas cardiacas, prótesis o lentes oculares han sido posibles gracias a los plásticos. También destaca su papel en educación: “Los plásticos presentes en ordenadores, tablets o móviles han facilitado el acceso a la información y a la comunicación”.
Los plásticos ahorran recursos y energía
Hoy en día los materiales plásticos y sus diferentes procesos de transformación pueden dar respuesta a las necesidades de muchos sectores ya que pueden sustituir a materiales tradicionales como el metal, el vidrio o la madera. Algunas de sus características técnicas como su alta resistencia y versatilidad en el diseño o su ligereza, lo convierten en un material óptimo, explica la directora de Cicloplast. En muchas ocasiones, esta sustitución supone grandes ahorros energéticos y, por lo tanto, una importante reducción de las emisiones de CO2 asociadas.
Teresa Martínez: Directora General de Cicoplast. |
Eva Verdejo: Responsable de Reciclado y Medio Ambiente de Aimplast. |
El reciclado del plástico
Los plásticos al final de su vida útil tienen un valor material y energético que es posible recuperar. Sin embargo, apunta la directora de Cicloplast, en España, el 54% de los residuos plásticos van a parar al vertedero. “El reciclado material es la principal forma de recuperación. Se obtienen nuevos productos de plástico reciclado a partir del residuo triturado, lavado y procesado gracias a la actividad de más de 100 industrias recicladoras de plástico instaladas en España”.
Pero, ¿qué ocurre con el reciclado energético? Mientras que en el reciclado material de los plásticos España muestra un índice similar a la media europea (26%), cuando se trata de reciclado energético estamos a un nivel muy inferior (20%) que el resto de Europa, especialmente si nos comparamos con países punteros en medio ambiente como Alemania (66%), Dinamarca (71%) o Bélgica (66%), comenta Martínez. “Desde Cicloplast, apostamos por el aprovechamiento del valor material y energético. Si se produce un combustible sólido recuperado a partir de residuos plásticos, se consigue una importante reducción en las emisiones de gases de efecto invernadero de cualquier instalación que utilice combustible convencional”.
La energía de los residuos, otra forma de energía renovable
Los plásticos pueden actuar como “un excelente combustible verde”, ya que tienen un poder calorífico similar al gas natural y superior a combustibles tradicionales como el fuel oil y el carbón.
Si los plásticos son energía, ¿por qué enterrar energía? La cuestión es cómo evitar que los plásticos acaben en vertederos. Martínez parece tener la solución: “Hay que aplicar políticas integradas de gestión que combinen el reciclado material y el energético”.
En España cobra mucha importancia la búsqueda de fuentes de energía alternativas, debido a nuestra fuerte dependencia energética. “La valorización energética de residuos plásticos se considera energía renovable”, afirma Eva Verdejo, responsable de Reciclado y Medio Ambiente del Instituto Tecnológico del Plástico (Aimplas). Además de este tipo de gestión de residuos plásticos, no hay que olvidar que existen otros sistemas como el reciclado mecánico. Éste no proporciona directamente una fuente de energía como tal, explica Verdejo, pero es “muy importante desde el punto de vista de la sostenibilidad, ya que evita el impacto ambiental y económico que supone la extracción y el consumo de recursos naturales, para dar lugar a nuevos productos”. Afortunadamente, ambos sistemas —valorización energética y reciclado mecánico— son compatibles. “Basta con evaluar la eficacia de cada uno de ellos caso por caso, bajo criterios técnicos, económicos y ambientales”, añade.
La legislación que regula el plástico como residuo
¿Avanza la legislación en la adecuada gestión de residuos plásticos? Para Eva Verdejo, de Aimplas, sí. “La Directiva Marco de Residuos (Directiva 2008/98/CE), por ejemplo, es muy positiva ya que establece y refuerza conceptos como el reciclado o la valorización energética y especialmente la prevención. No obstante, puntualiza Verdejo, “hay otros aspectos que deben potenciarse, como por ejemplo, la responsabilidad ampliada del productor, que si se define adecuadamente puede dar un impulso a la valorización de residuos plásticos”
Con respecto a las legislaciones sectoriales (automoción o eléctrico-electrónico) Aimplas considera que sería positivo marcar objetivos de valorización por materiales, como ya ocurre en la legislación de envases y residuos de envases (Directiva 94/62/CE y sus modificaciones posteriores). Además, de forma complementaria a estas legislaciones, habría que incidir en una regulación de vertederos “realista”, en lo que respecta a los materiales que se deberían excluir de este destino, así como en una homogenización de precios entre vertederos —tanto a nivel de países como de regiones dentro de un mismo país— que impida el traslado de residuos de un lugar a otro y favorezca la valorización de residuos. “Es necesaria la inversión y el apoyo en I+D, para que los objetivos y metas previstas en la legislación se traduzcan en una realidad y alcanzar así un modelo de desarrollo más sostenible”, apunta la responsable de Reciclado y Medio Ambiente de Aimplas.
El plástico en sociedad
Las organizaciones que representan a la industria de los plásticos tienen aún mucho por hacer en la tarea de informar y formar al ciudadano, ya que, según afirma la directora de Cicloplast, existe un amplio desconocimiento sobre la realidad de este material. “Casi nadie sabe que los plásticos, en su primera vida útil, aportan ventajas para el medio ambiente”, sostiene. En este sentido, Cicloplast está impartiendo conferencias, cursos y jornadas a diversos públicos desmontando los falsos mitos sobre los plásticos en su relación con el medio ambiente.
Pese a la poca información o desinformación del ciudadano sobre los beneficios del plástico para nuestra sociedad, su grado de compromiso con el reciclado parece ir en aumento en los últimos años. “La participación ciudadana en las recogidas selectivas de los plásticos en el contenedor amarillo es cada vez mejor en cantidad y, sobre todo, en calidad. Parece que hay muchos menos errores. Tenemos en España un índice de impropios similar a la media europea. Y eso que empezamos más tarde que ellos”, comenta al respecto Martínez.
En 2011 España recicló 344.589 toneladas de plástico de origen doméstico. Esto supone un aumento del reciclado de plásticos en un 6,7 % con respecto al año anterior, y confirma la tendencia ascendente de los últimos años con un ritmo de crecimiento del 18% de media anual. Mientras que en otros países europeos sólo se reciclan las botellas, en España se reciclan todo tipo de envases plásticos. Botellas de leche o agua, tarrinas de lácteos, envases de champú o de corcho blanco, bolsas y filmes de plástico pueden ser depositados en el amarillo y todos ellos se reciclarán, gracias al Sistema de Punto verde, gestionado por Ecoembes. En opinión de Cicloplast, para continuar mejorando hay que seguir apostando por actividades de educación ambiental, además de proyectos de investigación que aporten soluciones ecoeficientes y sostenibles a los mercados finales para los plásticos reciclados.
Foto: Ticona. |
La investigación en materiales plásticos
El campo de los materiales plásticos es una fuente constante de avances tecnológicos en la amplia variedad de aplicaciones en los que están incluidos. Algunos de estos avances, explica Eva Verdejo, de Aimplas, están relacionados directamente con la sostenibilidad como, por ejemplo, el uso de materiales reciclados, biodegradables o procedentes de fuentes renovables, el desarrollo de nuevas tecnologías de procesado y de tratamiento de superficies más eficientes y con un menor consumo energético, o el reciclado de residuos complejos y de aplicación en sectores de mayor valor añadido.
Otros avances no persiguen directamente la sostenibilidad, aunque deben desarrollarse teniendo en cuenta esta premisa. En este grupo, Verdejo destaca el uso de la nanotecnología, que permitirá dotar a los materiales plásticos del futuro de nuevas propiedades como, por ejemplo, conductividad, materiales que no se rayen, que aumenten la conservación de los alimentos que envasan o materiales que se limpien por sí mismos o se autorreparen. “La lista es muy amplia, porque las posibilidades de los materiales plásticos también lo son”, sostiene la investigadora de Aimpas.
El futuro del plástico
Gracias a sus múltiples cualidades y prestaciones, el plástico es la primera opción como material en muchas aplicaciones y sectores diferentes. Los desarrollos realizados en los últimos años han permitido al plástico superar barreras antes impensables. Así, explica Verdejo, en envases se han llevado a cabo desarrollos alternativos al metal y el vidrio para conservas. En construcción, existen materiales composites que permiten desarrollar elementos alternativos al hormigón o el metal, mientras que en automoción, el porcentaje de plástico se ha incrementado gracias a las nuevas funcionalidades que ofrece el material y que permiten un ahorro energético importante debido a su mayor ligereza. En otros sectores como la aeronáutica, se han conseguido recubrimientos que evitan el hielo en las alas de los aviones, y en náutica, se han desarrollado materiales resistentes al impacto de bala. “El plástico también se ha posicionado como referencia en el sector eléctrico-electrónico y de deporte y ocio, entre otros. Las posibilidades y los ejemplos son infinitos”, asegura Verdejo.
La responsable del departamento de reciclado y medio ambiente de Aimplas recuerda que en todos los sectores todavía queda mucho camino que recorrer. “Se ha conseguido mucho, pero hay que seguir avanzando en la investigación, el desarrollo y la innovación, y también en la formación y en la difusión”, sentencia Verdejo.
Publicado en: Interempresas