Las industrias valencianas dedicadas el reciclaje del plástico exigen un mayor control de las exportaciones a países del tercer mundo y a los denominados emergentes donde no siempre existen los controles medioambientales y sanitarios que en Europa.
La denuncia se produce a raiz del aumento de la demanda internacional de plástico usado en bruto para reciclar y al descubrimiento de partidas desviadas hacia estos países incluso desde circuitos oficiales como el que representa Ecoembes.
En España hay localizadas 107 empresas de las que 23 están en la Comunidad Valenciana, que es la segunda mayor recicladora del país con una cuota del 15,70%, según explica Andrés Parreño, gerente de Anarpla, la Asociación Nacional de Recicladores de Plástico.
Según Andrés Parreño es "vital" vigilar la exportación de residuos plásticos a países extracomunitarios-y cita especialmente a China, donde se ha multiplicado la demanda- "y asegurar que se mantienen allí las mismas condiciones sanitarias y ambientales que en nuestras instalaciones de reciclado. Especialmente en las circunstancias actuales de España, donde la capacidad existente de reciclado todavía excede a la utilizada", matizó.
El incremento de la demanda de plástico ha multiplicado el precio de este material y obligado a los mercados con grandes necesidades de plástico a proveerse del granulado procedente del reciclaje.
En este contexto se explica el descubrimiento en el puerto brasileño de Itajaí de una partida compuestas por 60 toneladas de plástico recogido selectivamente por valencianos y comprometidos a través de Ecoembes con empresas de reciclaje radicadas en la Comunitat. Tanto las autoridades brasileñas como las de la Comunitat Valenciana abrieron una investigación que concluyó sin sanciones para nadie. La exportación de este plástico era legal del lado español y en todo caso los incumplimientos del vertedero de Campello, de donde procedía el plástico, con Ecoembes entraban dentro del ámbito privado, según dijeron entonces en la Conselleria de Infraestructuras y Medio Ambiente, que encargó un investigación al Seprona.
Sin embargo, cualquier desvío de la materia prima que representa el plástico tiene un impacto sobre el sector del reciclaje en la Comunitat Valenciana, donde se genera un 11% del consumo y del residuo, mientras que recicla casi el 16%. Además supone el 25% de las empresas transformadoras de plástico, el 20% de los gestores de residuos y dispone de un instituto tecnológico de gran prestigio como Aimplas.
Fuente: Levante EMV