jueves, 18 de septiembre de 2014

Plástico y microondas: ¿son compatibles?


Es probable es que haya recibido un email que diga: "Por favor lea ésto" y aparece un mensaje urgente sobre los peligros de cocinar en el microondas la comida en recipientes de plástico o envoltura del mismo material.

Foto: www.notinformopr.com
  

El mensaje advierte que las sustancias químicas pueden filtrarse del plástico y en la comida, causando cáncer, problemas reproductivos, y otros males. ¿Hay algo de verdad en esto, o es sólo otra "leyenda urbana"? Como suele ser el caso con los e-mails alarmistas, éste contiene un pequeño núcleo de verdad - y una gran cantidad de información errónea.

Cuando la comida se envuelve en plástico o colocado en un recipiente de plástico y se introduce en el microondas, las sustancias empleadas en la fabricación del plástico (plastificantes) pueden filtrar a la comida. En particular, los alimentos grasos como carnes y quesos causan una sustancia química llamada adipato dietilhexilo que se escurre fuera del plástico. Esto ciertamente suena horrible, así que no es de extrañar que una advertencia está haciendo su camino, a través de la Web.

Pero esto es lo que los correos electrónicos no mencionan. La FDA, que reconoce la posibilidad de que pequeñas cantidades de plásticos pueden migrar, y regula estrechamente envases y materiales plásticos que entran en contacto con alimentos. La FDA requiere que los fabricantes pongan a prueba estos contenedores y que esas pruebas cumplen con las normas y especificaciones de la FDA. Por eso, siempre revise los datos de prueba antes de aprobar un contenedor.

Algunas de estas pruebas miden la migración de las sustancias químicas a temperaturas, que es probable que encuentre durante el uso ordinario del recipiente o envoltura. Para la aprobación del microondas, la agencia mide la relación entre la superficie de plástico para alimentos, la frecuencia es una persona que pueda comer del contenedor, y lo caliente que se puede esperar que la comida saliese del microondas.

Entonces, los científicos miden las sustancias químicas que se filtran y el grado en el que emigran a diferentes tipos de alimentos. La cantidad máxima permitida es de 100-1.000 veces menos por kilo de peso corporal que la cantidad indicada para dañar a los animales de laboratorio a través de una vida de consumo.

Solamente los contenedores plásticos que pasan esta prueba pueden mostrar un icono para microondas, las palabras "seguro de microondas," o palabras en el sentido de que están aprobados para su uso en hornos de microondas.

¿Qué pasa con los envases sin etiqueta para microondas? 

Sólo los contenedores etiquetados "microondas" se han probado seguros para tal fin.

Un recipiente que no está etiquetado para uso seguro de microondas no es necesariamente peligroso; la FDA simplemente no ha determinado si lo es. Con el film para cubrir alimentos ocurre lo mismo.

Contrariamente a la creencia popular, un poco de espuma de poliestireno y otros recipientes de poliestireno con seguridad se pueden utilizar en el microondas. Sólo se tiene que seguir la misma regla que sigue para otros envases de plástico: Revise la etiqueta.

Aquí están algunos aspectos a tener en cuenta al utilizar el microondas:
  • La mayoría de los contenedores de comida para llevar, botellas de agua y tinas de plástico o frascos realizados para mantener la margarina, yogurt, crema batida, y alimentos como el queso crema, la mayonesa y la mostaza no son para microondas. 
  • Para microondas, las bandejas de la comida para llevar están formuladas para su uso una sola vez y así lo dirá en el paquete.
  • No meter en el microondas bolsas de almacenamiento de plástico o bolsas de plástico de la tienda de comestibles. 
  • Antes de cocinar en el microondas la comida, asegúrese de ventilar el contenedor: Deje la tapa abierta, o levante el borde de la cubierta. 
  • No permita que el plástico toque los alimentos en el microondas, ya que podría derretirse. Papel encerado, papel de cocina pergamino, o toallas de papel blancas son alternativas. 
  • Si usted está preocupado acerca de envolturas o recipientes de plástico en el microondas, traslade los alimentos a recipientes de vidrio.

Fuente: Salud Hoy
 

España, único país europeo que reclicla plástico mixto y el film


España es el único país de Europa que evita que los plásticos mixtos -tales como envases de yogur, tarrinas o bandejas- y los tipo film -como las bolsas de basura- acaben su vida útil en la incineradora, según la directora general de Cicloplast, Teresa Martínez. 

Martínez ha participado como ponente hoy en las I Jornadas Anarpla/Ecoembes sobre el futuro del reciclado de los envases de plástico, donde ha destacado la "singularidad y diferencia" de España en sentido positivo al hacerse cargo del reciclado de estos plásticos. 

"En este momento el panorama de políticas de reciclaje en Europa es muy diverso", ha explicado Martínez, ya que "muchos países sólo recogen envases huecos y rígidos como botellas y otros sólo recolectan aquellos de los que puedan obtener algún bien económico en el mercado". 

En este aspecto, sólo España y Alemania almacenan y dan una nueva vida a envases de tipo flexible, cuyo destino final es, sobre todo, la transformación en nuevas bolsas de basura, tuberías o el llamado "símil madera" para parques o mobiliario urbano. 

Al abarcar las cuatro fracciones distintas de plásticos -PEAD (botellas), PET (packs tipo detergentes), film y mixtos- "se pierde calidad de flujo y cada gramo más que queramos reciclar va a suponer un mayor esfuerzo", ha advertido. 

En 2013 se reciclaron un total de 371.000 toneladas de plásticos del hogar, lo que supone el aumento del 3,7 % respecto al año anterior; mientras que la media de plásticos del hogar reciclados por habitante y año se encuentra actualmente en 7,7 kilogramos, una cifra mayor que la media europea y sólo superada por Alemania. 

Todo ello ha contribuido a superar el objetivo legal y plantear nuevas metas como el 60 % de reciclado del total de productos y la prohibición de vertederos para materiales reciclables, ambas medidas propuestas para 2050. 

El problema que se plantea ante estos retos es "la situación de los precios de mercado, y que siga mereciendo la pena acudir al vertedero antes que reciclar", ha subrayado la directora general de Cicloplast, quien ha admitido también que "la valoración energética de los residuos es todavía insuficiente en España". 

La solución pasa por cumplir las especificaciones técnicas de los productos, realizar campañas de mejora de la calidad de desechos -no tanto la cantidad como qué se tira a cada contenedor- y contar con el apoyo de las administraciones en proyectos de I+D+i. 

Ejemplos de esta colaboración son los separadores de plástico del carril bici de Barcelona y la gestión de los plásticos de uso agrícola por la asociación Cicloagro de la Junta de Andalucía. 

Pero el gran éxito es, según Martínez, la inclusión del plástico reciclado en carreteras y asfaltos modificados, ya que "hasta ahora no se había conseguido la estabilidad temporal suficiente para poder almacenarlo en vez de tener que elaborarlo ‘in situ’", ha explicado. 

Aunque es consciente de que "desde el punto de vista de la eco-eficiencia, es imposible llegar al 100 % de reciclado", ha asegurado que es importante que las empresas del sector sigan promoviendo la formación en reciclaje para toda la sociedad. 


Fuente: EFE

lunes, 8 de septiembre de 2014

La caja de frutas reutilizable




Una caja de plástico (de polietileno de alta densidad o de polipropileno) puede servir para almacenar cosas en casa, para sentarse encima si se le da la vuelta, para colocar libros si se pone en vertical… O incluso para transportar fruta o verdura desde el campo hasta las tiendas. 

Reutilizar los objetos para evitar tener que fabricar otros nuevos constituye una de las reglas de oro del ecologismo, que defiende esta opción antes que el reciclaje. Esto parece coherente, sobre todo, si se trata del tipo de reciclaje en el que un material no se utiliza para fabricar otro igual, sino para transformarse en otro muy distinto que al final de su vida útil ya no se podrá volver a reciclar (como el textil fabricado con botellas de PET). Sin embargo, la reutilización no tiene por qué ser siempre la mejor alternativa. Veámoslo con un envase muy común: la misma caja de frutas. 

¿Cuál es la opción más ambiental para transportar productos hortofrutícolas: usar cajas de plástico reutilizables o de cartón de un solo uso? Pues, depende. Un trabajo de investigación de la Universidad del Estado de Michigan (EE UU) comparó estos dos tipos de envases para cargamentos de diez frutas u hortalizas distintas en el mercado norteamericano y concluyó que los de plástico reutilizables requerían un 39% menos de energía, producían un 95% menos de residuos y generaban un 29% menos de emisiones de gases de efecto invernadero. Sin embargo, los resultados fueron totalmente distintos en un estudio que realizaron hace unos años la Universidad Politécnica de Valencia (UPV) y el Instituto Tecnológico del Embalaje, Transporte y Logística (ITENE) para el envío de tomates en camiones refrigerados desde Almería a Hamburgo (Alemania). 

Lo habitual cuando se mandan frutas u hortalizas fuera de España es que vayan en "envase perdido" que no va a volver. Ahora bien, los investigadores quisieron comparar los efectos ambientales de enviar esos tomates en cajas de cartón ondulado de un solo uso o de plástico plegables (que se pliegan una vez vacías). En este estudio, las cajas de cartón eran fabricadas nuevas para cada viaje y luego recicladas en Alemania para volver a producir cartón, mientras que las de plástico eran transportadas de vuelta a España para reutilizarlas de 5 a 100 veces. La conclusión principal fue que el impacto ambiental del envase de cartón ondulado de un solo uso era menor que el de plástico reutilizable en seis de las diez categorías analizadas (entre ellas, la del cambio climático), incluso considerando la hipótesis de las 100 reutilizaciones de las cajas de plástico. 

En cada uno de estos estudios los resultados fueron completamente distintos. De esto se pueden deducir dos cosas. Primera: las conclusiones de los trabajos basados en el Análisis de Ciclo de Vida (ACV) dependen mucho de dónde, cómo y quiénes lo hagan. Y segundo: las cajas de plástico reutilizables o las de un solo uso de cartón no son mejores o peores por sí mismas, sino que resulta también clave lo qué se haga con ellas. ¿Qué es lo que determina que sea preferible un sistema de envases reutilizables o de un solo uso? 

Como explica Mercedes Hortal, responsable del Departamento de Sostenibilidad de ITENE (un centro tecnológico de Valencia en el que participan numerosas empresas del sector), el que la balanza se incline hacia un lado u otro depende de diversos factores, siendo el principal la distancia de los desplazamientos. El utilizar envases reutilizables para enviar un producto a 2.457 kilómetros, como los tomates a Alemania, aumenta de forma considerable el impacto del transporte, pues las cajas reutilizables suelen ser más pesadas y voluminosas, además de tener que traerlas de vuelta (lo que supone un mayor consumo de carburante aunque se aproveche la vuelta de camiones vacíos). 

Lo cierto es que el ejemplo del tomate tampoco ha sido escogido al azar, pues se trata de la hortaliza que más se exporta desde España, por delante de la lechuga, el pepino o el pimiento. Aunque, los resultados serán muy diferentes en otros escenarios en los que los desplazamientos sean más cortos. 

Otro tipo de envases en el que existe mucha controversia es el de las bebidas y los refrescos. Hoy en día, sólo se reutilizan ya en España botellas en el llamado canal Horeca, que incluye unos 300.050 puntos de venta de hostelería, 243.000 bares, 82.000 restaurantes o 15.200 cafeterías. A diferencia de otros países europeos, aquellos otros envases comprados en el supermercado no pueden devolverse como antaño para que sean reutilizados y deben tirarse al cubo amarillo para enviarlos a una planta de reciclaje. ¿Es mejor una botella retornable que otra de un solo uso que sea triturada y fundida para crear una nueva? Pues, como incide Hortal, la respuesta vuelve a depender mucho de los sistemas de recogida y del número de kilómetros que tengan que realizar los camiones desde los puntos de consumo hasta las plantas embotelladoras de cada marca. “No hay verdades absolutas, cada caso es distinto”, comenta. 

En esta comparativa también se debe tener en cuenta que el envase reutilizable debe ser fabricado para aguantar mucho más que uno de un solo uso. Esto significa a veces recurrir a materiales con un mayor impacto ambiental, como ocurre con el plástico, frente al cartón o la madera. O a envases más pesados y voluminosos, lo que implica un mayor gasto en recursos, tanto en la fabricación como en los desplazamientos. Esto puede apreciarse también de forma clara en el peso y grosor de botellas de vidrio retornable servidas en un bar. Y, como incide la responsable de Sostenibilidad de ITENE, "tampoco hay que olvidar que de la robustez del envase dependerá que no se pierda o se estropee producto en el viaje”. 

A mayor resistencia pues, mayor será el gasto de recursos, pero también el de reutilizaciones, un factor clave en estos estudios. Como destaca Hortal, lo peor que puede pasar es que un envase diseñado para cien reutilizaciones se rompa o se extravíe cuando sólo lleva cinco. Esto último puede ocurrir por muy diversos motivos, pero en algunos países, puede darse también por causas muy diferentes a las de su uso normal, como cuando se pone de moda incluir alguna caja de fruta o de botellas de leche como parte del mobiliario de las casas.


Clemente Álvarez (Madrid, 1973) es un periodista especializado en medio ambiente y ciencia. Colaborador de El País desde 2004, le entusiasma mezclar elementos de la ecología con reactivos de la energía y la economía, aunque la fórmula pueda resultar inflamable.

jueves, 4 de septiembre de 2014

La calidad del agua en botellas de vidrio y plástico





El agua embotellada que se vende en España es prácticamente libre de componentes emitidos por embalaje o botellas de vidrio tapas de plástico. Sólo se detectan en algunos casos, aunque en cantidades mucho menores que los límites encontraron perjudicial para la salud. Así lo revela el análisis de más de 130 tipos de agua mineral por investigadores del Instituto de Diagnóstico Ambiental y Estudios del Agua del Consejo Superior de Investigaciones Científicas Español (CSIC). 

Los materiales plásticos utilizados en el envasado de alimentos se componen de moléculas pequeñas o monómeros que, junto con sus aditivos, pueden migrar en el producto durante el envasado de fabricación, el llenado o el almacenamiento. 

Ahora los científicos del Instituto de Diagnóstico Ambiental y Estudios del Agua (IDAEA-CSIC) y el Laboratorio Oliver Rodés se han centrado en los componentes que pueden transmitirse de las botellas de plástico o vidrio al agua. 

Más específicamente, se han analizado cinco tipos de ftalatos (ésteres de ácido ftálico), dietilhexilo adipato (DEHA), octilfenol, nonilfenol y bisfenol A (BPA). Estas sustancias son comunes en la fabricación de envases, pero pueden tener efectos tóxicos en órganos reproductores y el sistema endocrino si exceden los límites establecidos por la legislación sobre materiales plásticos en contacto con alimentos. 

Los investigadores han analizado el agua mineral de 131 manantiales y tres de agua potable preparada a partir de 94 marcas que se venden en España. Las muestras se toman justo después del envasado en plantas de embotellado y después de haber estado almacenado durante un año, para evaluar si se ha producido cualquier migración de los componentes o aditivos plásticos durante este período. Los resultados fueron publicados en la revista Food Chemistry . 

"Las conclusiones del estudio indican que tanto el envase, ya sea de plástico o de vidrio, y el agua embotellada son totalmente seguros para la salud y cumplen con la legislación vigente ", subraya la autora principal, Silvia Lacorte, a SINC. 

De un total de 6.516 valores, sólo el 5,6% dio positivo. Los constituyentes que aparecen más comúnmente eran DEHP o di (2-etilhexil) ftalato, en relación con las tapas de las botellas de vidrio, y BPA, vinculados a los envases de policarbonato, un tipo de termoplástico moldeable común en la industria. 

Sin embargo, las concentraciones son insignificantes y muy inferior a los límites máximos de ingesta diaria total o TDI. Por ejemplo, en el caso del DEHP, 231 litros de agua tendrían que ser bebido por día para alcanzar el límite establecido por la legislación (0,05 mg / kg peso corporal / día) o 124 litros si se trata de BPA. 

"Teniendo en cuenta la concentración de los constituyentes y el consumo diario de agua embotellada, la posibilidad de desarrollar problemas de salud debido a su ingestión es inexistente", insiste Lacorte. 

El investigador señala que los resultados "pueden ser útiles para las empresas embotelladoras y tapa de resina y distribuidores que están mejorando continuamente sus productos para limitar la migración de los envases y mantener las cualidades del agua de manantial." 

Más de un problema organoléptico de una de toxicidad 

"La migración de los componentes a veces crea un problema organoléptico, más que la toxicidad, y es la razón por qué las empresas embotelladoras se refiere, ante todo, en el uso de los plásticos que no afectan el sabor para el consumidor", agrega. 

El análisis también revela que las botellas de tereftalato de polietileno (PET) de plástico con una tapa de polietileno de alta densidad, la mayoría de las botellas de agua en el mercado, tienen bajos niveles de plastificantes. 

También se ha observado que la forma del recipiente no afecta a la calidad del agua. Tampoco lo hace el tiempo de almacenamiento, dado que los componentes detectados en las muestras recientemente embotelladas eran básicamente las mismas que las de haber pasado un año en almacenamiento. Sólo agua carbonatada puede aumentar ligeramente los procesos de migración, que en general están relacionados con el tipo de monómero o de plástico material utilizado para fabricar el envase. 

"El agua embotellada a menudo ha recibido críticas con respecto a la migración de plastificantes, pero en realidad casi no sucede en absoluto, y si lo hace, ahora sabemos por qué, para que podamos mejorar su envasado , "Lacorte señala, a continuación, reitera:" En España puede parecer un lujo de beber agua embotellada, pero en muchos países es una necesidad porque no hay agua corriente, y en todo caso debe ser seguro y de calidad. "





Fuente: Foodnewslatam

Innovador método de fotoexposición que acelera el reciclaje de plásticos


La técnica, publicada en la revista especializada Green and Sustainable Chemistry, consiste en someter a partículas de plástico a un breve destello de luz para despertar en el material una respuesta en forma de brillo fluorescente que después captan sensores fotoeléctricos. 

Un equipo de investigadores de la Ludwig-Maximilians-Universitaet de Múnich(LMU) ha patentado un método de fotoexposición que simplificará y acelerará el proceso de clasificación de los distintos plásticos hasta "1,5 toneladas cada hora" de cara a su posterior reciclaje, según han informado. 

La técnica, publicada en la revista especializada Green and Sustainable Chemistry, consiste en someter a partículas de plástico a un breve destello de luz para despertar en el material una respuesta en forma de brillo fluorescente que después captan sensores fotoeléctricos. 

"Cuando son expuestos a la luz, los plásticos emiten a su vez una fluorescencia que va apagándose de forma muy distintiva y característica en cada tipo de polímero. Esto permite identificarlos de una forma rápida y automatizada y mejorar así el proceso de clasificación", señala el profesor del Departamento de Química del LMU Heinz Langhals. 

En este sentido, añade que con este sistema los errores en las medidas quedan "prácticamente descartados" dado que para cada material, el tiempo que tarda la fluorescencia en disiparse es "siempre constante". 

Langhals explica que si son clasificados y separados correctamente para mantener su pureza química, los polímeros constituyen un "instrumento interesante" de cara al reciclaje sostenible de materiales tecnológicos y cita el ejemplo de las botellas de tereftalato de polietileno (PET) que, según asegura, podrían ser convertidas en fibra sintética con la que fabricar impermeables, entre otros. 

Por ello, subraya la "contribución significativa" que podría suponer esta técnica de clasificado automatizado para la protección del medio ambiente al resolver, mediante la química, el problema de la gestión y reutilización de los residuos que genera la actividad humana.


Fuente: Ecoticias

Las novedades de AIMPLAS en Equiplast 2014


El Instituto Tecnológico del Plástico, AIMPLAS, estará presente en la 17ª edición de Equiplast, el Salón Internacional del Plástico y el Caucho de Fira de Barcelona. En este certamen, que se celebrará del 30 de septiembre al 3 de octubre, AIMPLAS dará a conocer sus últimas novedades en biomateriales y nanocomposites. 

Concretamente, el Instituto presentará una nueva generación de envases para alimentos que combinan propiedades biodegradables y activas. Se trata de bandejas y bolsas de plástico fabricadas a partir de materiales procedentes de fuentes renovables (PLA o ácido poliláctico) en las que se han envasado distintos tipos de lechugas y brotes, así como tomates. El resultado obtenido es un aumento de la vida útil del alimento de más del 15% respecto a los envases convencionales. 

Otra de las novedades que presentará AIMPLAS será un envase elaborado a partir de residuos de la industria de la panadería y la pastelería, un proyecto europeo a través del cual se ha conseguido obtener ácido láctico y ácido poliláctico, a partir de las reacciones enzimáticas de cortezas y residuos de pan de molde y bizcochos. El resultado ha sido un nuevo material, un film de PLA (acido poliláctico) con el que se han hecho bolsas y bandejas para envasar muchos productos alimentarios (especialmente mantecados). 

AIMPLAS presentará también en la feria sus últimos desarrollos en nanomateriales, como el recubrimiento con propiedades antifouling para prevenir el incrustamiento de organismos vivos que se ha desarrollado durante el proyecto CarbonInspired 2.0 y que está basado en resina termoestable con incorporación de nanopartículas. 

Igualmente, se presentarán los resultados del proyecto Nanomaster, dirigido a desarrollar una nueva generación de nanocomposites reforzados con grafeno que podrán utilizarse en los procesos de producción masiva de piezas plásticas. Se ha demostrado que, a escala laboratorio, una carga baja de grafeno es capaz de mejorar de manera significativa las propiedades mecánicas y físicas de los polímeros (reducción de peso de la pieza final, además de conferirle funcionalidades térmicas y eléctricas). 

Jornadas 

El 30 de septiembre, coorganizada con CICLOPLAST, tendrá lugar una jornada técnica bajo el título Falsos mitos sobre plásticos: reciclabilidad y salud. Se trata de una jornada enfocada a transmitir a las empresas cómo comunicar mejor para poder afrontar desde un punto de vista medioambiental y de seguridad alimentaria los perjuicios derivados de las campañas de ataques a los materiales plásticos. El objetivo es proporcionar herramientas y datos técnicos, pero principalmente se pretende explicar cuál es la mejor forma de comunicarlo gracias a la metodología que ofrecerán periodistas especializados. 

Los días 1 y 2 de octubre, tendrán lugar sendas jornadas gratuitas. La primera de ellas, Innovación y cooperación para el crecimiento de la empresa en el sector del plástico, repasará cuáles son las tendencias en innovación en el sector del plástico, tanto en tecnologías de procesado, como en materiales y fin de vida. 

La segunda jornada gratuita tendrá relación directa con el aumento de los costes de la energía y con el fuerte impacto que el gasto energético tiene en la competitividad de las empresas del sector del plástico. Esta jornada se celebrará el día 2 de octubre bajo el título Ahorro de costes a través de la optimización de procesos y la eficiencia energética en el sector del plástico.


Para más información: www.aimplas.es

miércoles, 3 de septiembre de 2014

Hallan una manera de acelerar el reciclaje del plástico



Un equipo de investigadores de la Ludwig-Maximilians-Universitaet de Múnich(LMU) ha patentado un método de fotoexposición que simplificará y acelerará el proceso de clasificación de los distintos plásticos hasta "1,5 toneladas cada hora" de cara a su posterior reciclaje, según han informado. 

La técnica, publicada en la revista especializada Green and Sustainable Chemistry, consiste en someter a partículas de plástico a un breve destello de luz para despertar en el material una respuesta en forma de brillo fluorescente que después captan sensores fotoeléctricos. 

"Cuando son expuestos a la luz, los plásticos emiten a su vez una fluorescencia que va apagándose de forma muy distintiva y característica en cada tipo de polímero. Esto permite identificarlos de una forma rápida y automatizada y mejorar así el proceso de clasificación", señala el profesor del Departamento de Química del LMU Heinz Langhals. 

En este sentido, añade que con este sistema los errores en las medidas quedan "prácticamente descartados" dado que para cada material, el tiempo que tarda la fluorescencia en disiparse es "siempre constante". 

Langhals explica que si son clasificados y separados correctamente para mantener su pureza química, los polímeros constituyen un "instrumento interesante" de cara al reciclaje sostenible de materiales tecnológicos y cita el ejemplo de las botellas de tereftalato de polietileno (PET) que, según asegura, podrían ser convertidas en fibra sintética con la que fabricar impermeables, entre otros. 

Por ello, subraya la "contribución significativa" que podría suponer esta técnica de clasificado automatizado para la protección del medio ambiente al resolver, mediante la química, el problema de la gestión y reutilización de los residuos que genera la actividad humana.


Fuente: Ecodiario